Quis multa gracilis te puer in rosa
perfusus liquidis urget odoribus
grato, Pyrrha, sub antro?
cui flauam religas comam,
simplex munditiis? Heu quotiens fidem 5
mutatosque deos flebit et aspera
nigris aequora uentis
emirabitur insolens,
qui nunc te fruitur credulus aurea,
qui semper uacuam, semper amabilem 10
sperat, nescius aurae
fallacis. Miseri, quibus
intemptata nites. Me tabula sacer
uotiua paries indicat uuida
suspendisse potenti
uestimenta maris deo. 15
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¿Qué lindo joven, perfumado de exquisitas esencias, te oprime, Pirra, a su corazón, sobre el lecho de flores esparcidas en tu gruta deliciosa?
¿Peinas para él tu rubia cabellera,
y te atavías con elegante sencillez? ¡Ay, cuántas veces ha de llorar la fe violada y las mudanzas de los dioses,
y ha de ver con asombro el mar
alborotado por los negros huracanes
el crédulo amante que ahora es dichoso oyendo tus doradas promesas, y confiando hallarte siempre fiel, siempre amorosa, porque no sabe que eres más voluble que el viento! ¡Desgraciados los que
se dejan seducir por tus encantos! Respecto a mí,
la tabla votiva del naufragio, colgada en la pared del templo, atestigua que ofrecí mis húmedos vestidos al poderoso dios de los mares.
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